El sistema de reparto en materia de pensiones, al igual que los derechos laborales, nacieron por presión de los trabajadores organizados en su afán de conseguir mejores condiciones de vida (derecho a la sindicalización, jornada de ocho horas, derecho a la estabilidad laboral, pensiones de jubilación, Etc.). Estas reivindicaciones siempre han tenido como empuje ideológico la colectividad y la solidaridad entre todos los trabajadores que lamentablemente, en nuestro país, como en la mayoría, han sido desmantelados por principios individualistas gracias a un auge del liberalismo.
El sistema de repartos es una de las pocas instituciones, si no la única, que reivindica el carácter solidario y universal de las aportaciones (sin quitar los enormes problemas de organización del que este adolece), digamos que eran vestigios o principios “supervivientes” de un pasado en el que se prestaba más importancia a la sistematización del derecho laboral que se fue perdiendo con la constitución del 93. Lo que sucede ahora con el debate sobre la devolución de aportes previsionales de la ONP, es que se está dando permisibilidad a renunciar al carácter colectivo y solidario de este sistema, reivindicando la solución individualista (devolución) a los graves problemas que atraviesan los trabajadores y que atravesarán debido a que todo apunta que la crisis causada por la pandemia se agudizará aún más; tengamos en cuenta que la devolución de aportes de la ONP no soluciona ni aborda los problemas de los trabajadores del sector informal cuya mayoría es innegable; entonces, cabría preguntarse si desde el lado de los trabajadores y de los sectores que pugnan por sus intereses: ¿Se seguirán dando concesiones ideológicas, como ahora, asumiendo los debates desde un punto de vista individualista (“mi” dinero, “mis” aportes, Etc)? O ¿Corresponde dar frente a los graves problemas que tendrá la gran masa de trabajadores en el futuro volviendo a partir de principios solidarios y colectivos cuyas aplicaciones ha dado grandes victorias a los trabajadores?
Coincido con las opiniones de que la discusión sobre las necesidades urgentes de los trabajadores causadas por la actual crisis debió ir más por el lado de reconocer un bono universal correctamente repartido sin discriminación, y no solo por el lado de devolución de aportaciones que no ataca el problema en su real dimensión, y que además, podría ir en desmedro de los actuales jubilados; por supuesto también, por el debate sobre el impuesto a las grandes riquezas que ya han sido aplicados en varios países incluido en países europeos y que en Perú se pierde de vista.
*Nota: El sistema de repartos es un sistema que consiste en recaudar las aportaciones de los actuales aportantes para que, inmediatamente, se otorgue dicho dinero e los actuales jubilados. Este sistema no contempla cuentas individuales o acumulación de aportaciones de manera individual; es decir, lo que aportas en un mes se reparte en ese mismo mes. Actualmente los aportantes son mucho menos que los jubilados por lo que se debe subsidiar un grueso porcentaje las pensiones de jubilación.
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